La doctora Zoila Martínez de Medina ha comenzado mal su Defensoría del Pueblo. Ojalá que termine bien… ¿Cómo se le ocurre pedirle a la Policía que evite los intercambios de disparos? Porque es lógico que si la Policía puede evitar esos enfrentamientos, es porque la Policía es que los inicia, los propicia… O en el mejor de los casos, no hace lo debido para que la violencia no se exprese en términos tan trágicos. Esa consideración, más que aventurada, es desproporcionada e impropia de una persona que ni siquiera ha asumido las funciones para las que acaba de ser designada. Aunque la gente común ni siquiera sabe qué es la Defensoría del Pueblo ni con qué se come eso, el cargo que desempeñará la doctora Martínez de Medina exige equidad y prudencia más que cualquier otra cosa, por lo menos si partimos de la experiencia de los países donde existe esa figura. No puede confundirse la gimnasia con la magnesia… La Defensoría del Pueblo no puede devenir un organismo para expedir patente …