Hatuey debería decir si es verdad o no que le ofrecieron la presidencia del PRD dentro de las negociaciones entre Hipólito y Miguel para tratar de resolver la crisis de ese partido.De paso, preguntarle a Mejía por qué lo objetó cuando Vargas le propuso su nombre para sucederle en el cargo, si se tenía entendido que después de su respaldo en las elecciones pasadas –de Hatuey a Hipólito– sus diferencias habían cesado.Hatuey sabe bien que ese fue uno de los temas básicos en su almuerzo con Vargas el viernes 31 de mayo. Y también debe recordar que ese mismo día, aún sin reposar tan opípara comida, él –Hatuey– llamó por teléfono a Mejía y acordaron un encuentro. Porque temas de tanta trascendencia no deberían olvidarse a conveniencia con tanta prisa… En aquel almuerzo –debería recordarlo bien Hatuey– se habló de la necesaria reunificación perredeísta.Pero de una reunificación real y sincera, invitando a regresar a todos los perredeístas que se han ido en cualquier circunstancia y…