En el entorno de toda estación de combustible se leen mensajes como estos: “¡Peligro!” “Prohibido fumar” “Inflamable”. La advertencia ahora alcanza a los celulares y todo lo que pueda hacer química con el gas o la gasolina y provocar un incendio.Sucede algo similar con la situación en la Junta Central Electoral, JCE. La renuncia del director de cómputos y las preocupaciones que ha expresado emanan un creciente olor a “coca” electoral.Quien escribe no tiene velas en el entierro de las venideras elecciones. Tonito Abreu y Hernán Vásquez preguntan de vez en cuando sobre el “vatichinio” electoral. Esta es mi respuesta categórica: “El pueblo será el gran perdedor en mayo del 2012”. Respiro lo mismo que el amigo José Suárez, experto en plafones.Lo que sucede es que no soy inmune a los malos olores. Me apesta el olor a “coca” electoral.Sin ánimo de ofender, lo mínimo que pienso es que lo de la JCE tiene “cocorícamo”.Experiencias durante décadas y sucesivas competencias electorales son bien…