En el PLD, hasta cuando comenzaron a desatarse algunas “amarras”, la práctica era que el Comité Político bajara a la base partidaria solo dos o tres de los aspirantes presidenciales, para refrendar en dicho litoral (de eso se trataba) la asignación de la candidatura. Con el devenir del tiempo y la consiguiente evolución en las cerradas reglas de juego en la parcela morada, varios ministros han comenzado temprano a hacer públicas sus aspiraciones personales, incluso antes de que el Partido diera el acostumbrado “banderazo” autorizando la promoción de candidaturas, y sin proceder previamente a dejar el cargo oficial que desempeñan. Hay quienes piensan que salida temprano a ruedo de varios aspirantes por el PLD (faltan más, entre ellos el procurador general Domínguez Brito, que -con buena imagen y ya un terreno recorrido en política- sabemos que lo va a volver a intentar) obedece a una estrategia de la alta dirección de la organización. La clave podría ser que si se cayera una viga y…