A veces sin pensarlo ni decirlo, creemos actuar de manera eficiente y eficaz en cualquiera de los escenarios en que nos desenvolvemos cotidianamente. Muchas personas suelen confundir ambos términos y les otorgan el mismo significado. Sin embargo, aunque la Real Academia Española les otorga un amplio campo semántico en común, la práctica nos los presenta como dos conceptos independientes y características muy marcadas.Se entiende por eficiencia la relación entre los recursos que se emplean para lograr una meta y los logros conseguidos con los mismos. Mientras que la eficacia, de carácter absoluto, podemos entenderla como la capacidad para lograr lo que nos proponemos.La diferencia radica en que la eficiencia, término que sin lugar a dudas tiene sus límites, hace referencia a la utilización de los recursos. Ambos conceptos se interrelacionan, pero uno no suple la falta del otro. De igual manera, podemos ser eficientes sin ser eficaces y viceversa. Lo ideal sería no perder de vista nue…
