Llama la atención el ritmo acelerado de crecimiento ininterrumpido de la Iglesia en la República Dominicana a partir de la muerte del tirano. El crecimiento ha sido no sólo cuantitativo sino cualitativo. Era natural que así fuese, dados los cambios notables que también se han producido social y políticamente a partir de esa fecha. Es una prueba de esa intercomunicación ineludible que existe entre sociedad civil e Iglesia. Al fin de cuentas, los miembros de la sociedad civil y de la Iglesia son los mismos.El salto cualitativo se hace evidente en las nuevas e inéditas líneas de acción que la Iglesia poco a poco va asumiendo. A mediados del siglo XX ningún eclesiástico habría sospechado lo que la Iglesia es hoy a comienzos del siglo XXI.Existe un Directorio de 1953. El título reza así: “Directorio de la Arquidiócesis de Santo Domingo, República Dominicana, Prelacía del Revdmo Sr. D . Ricardo Pittini”.Comienza con una esquemática Nota Histórica sobre la Arquidiócesis de Santo Domingo y…