La única diferencia son seis décadas, sesenta años, tres generaciones… Desde 1953 cuando se editó el infame folleto con el decálogo de la buena esposa. De allá para acá son muchas las cosas que han cambiado. La mujer de hoy dejó atrás la sumisión, y ocupa su justo espacio en la sociedad. Por supuesto, se pagó un alto precio por la emancipación femenina después de miles de años de sumisión y desigualdad.El sábado publiqué en esta columna aquel folleto de 1953, y aunque algunos consideran que se trata de una broma pesada que denigra a la mujer, era esa la norma de vida matrimonial hace 60 años. La mujer asumía su rol y su vida se limitaba a cuidar al esposo y a los hijos.Por eso se vigorizó en esos años el movimiento feminista que se expandió desde Europa por todo los Estados Unidos exigiendo igualdad de derechos porque hasta el voto se le negaba a la mujer.Claro, tampoco es como para exagerar. La idea es que haya igualdad, no que se inviertan los papeles, como sugieren cuatro damas…