EL DESCONTENTO.- En la Policía Nacional hay disgusto, pero no es por la discriminación en los pagos entre agentes nuevos y viejos. La institución es jerárquica y hasta ahora ninguno de sus miembros tiene ínfulas gremialistas. Los escarceos de prensa no son más que suposiciones, insidias, e interés por provocar discordia interior. Es más, antes que disgusto, puede hablarse de desencanto. La alta oficialidad esperaba que el pasado 27 de febrero fuera a ver cambios en la jefatura, y eso lo creía el propio mayor general José Armando Polanco Gómez, de quien se dice que había recogido sus objetos personales. Sin embargo, la fecha pasó sin decreto. Nadie sabe la razón, y lo asombroso del caso es la versión de que tampoco el presidente Danilo Medina la conoce. El desencanto no se nota, pues los policías de este tiempo tienen mucho centro, pisan con cuidado en el terreno político, y más que disimular, simulan: “Todo bien, mi comandante”. No obstante, y a consecuencia del retraso, se advi…