Parece una utopía el intento de unidad en el PRD…porque todo depende de la capacidad de renunciación que tengan sus líderes para hallar una solución a la crisis: Hipólito, a la candidatura; Miguel, a la presidencia del partido. En nuestro país, lo he dicho otras veces, nadie renuncia a nada, ni se jubila, ni se retira… La gente prefiere secarse en la mata, como el caimito. Por eso es tan difícil en el PRD hallar una ruta que conduzca a la unidad. La reunión del viernes constituyó un acto de hipocresía de ambos líderes perredeístas. Hipólito no renunciará a su aspiración de volver a ser candidato; y Miguel no dejará la presidencia del partido por la vía que quisieran Hipólito y su gente. Miguel sólo renunciaría y propiciaría la amnistía a los expulsados ñincluyendo al propio Hipólitoñ si antes se celebra una convención unitaria donde todos los grupos lo proclamen candidato presidencial. Los dos se han ocupado, cada cual por su lado, de desmeritar ese encuentro, incluso desde ante…