Si en los últimos doce años en este país se registró un aumento de 2.6 a 4 millones de pobres, nadie puede sorprenderse del aumento de la delincuencia en sus más diversas manifestaciones.Si se proclamó hace unos diez años que la corrupción administrativa era de 30 mil millones al año, es cuestión de aritmética concluir que en el presente esa corrupción anda por sobre los 300 mil millones por año.Esa cifra es asombrosa como tal. Cientos de miles de dominicanos no lo ponen en duda.Peor aún, se queda corta teniendo en cuenta que los actores de la corrupción corren más que la pelota y que actúan con los poderes del Estado en la más absoluta impunidad.Más de una década es suficiente para conocer la habilidad y versatilidad vertebradas en malas artes orientadas al enriquecimiento ilícito.No es que dizque.Para que nadie alegue ignorancia los corruptos estrujan sus riquezas a una población presa de la indefensión. Son devastadoras las consecuencias en la sociedad y en la juventud proyectánd…