De antiguo -como parte de la sabiduría de los pueblos- está este consejo o esta pregunta que se hace a aquellos que acumulan riquezas: ¿Para quién acumulas tú esas riquezas? ¿Quién las va a gastar?Esas preguntas se las hizo de otra manera actualmente a una persona que se dedicaba a tomar los dineros que no eran suyos, y le hizo la pregunta: ¿Para quién robas? ¿Qué vas hacer con ese dinero? Estás robando para tus nietos, que son los que van a gastar lo que tú tienes. Por eso en el acumular riquezas, podemos recordar la experiencia de los siglos y la experiencia bíblica, pero también es válido para todos aquellos que se dedican a robar los bienes y los fondos públicos o lo de otras personas.¿Para quién robas? ¿Quién va a gastar lo que tú estás acumulando o robando?Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
