Los anuncios y promesas oficiales de solución inmediata a problemas fundamentales y daños graves de la naturaleza en la provincia de San José de Ocoa fueron echados en saco roto. Tanto con el arreglo de la carrera principal como con la ejecución de otras obras vitales para el normal desenvolvimiento y desarrollo del lugar, los ocoeños sienten que les tomaron el pelo y los pusieron de relajo, mientras por otro lado desde Obras Públicas y desde otras instancias se ha dejado que la palabra del Presidente de la República ruede por el suelo.No es que la gente de este pueblo sureño -huérfano de una voz alta y que se haga sentir en la dimensión de la del finado padre Luis Quinn- se encuentre necesariamente en pie de guerra, pero la verdad es que no está contenta ni se siente cómoda con la indiferencia, las falsas promesas de solución y las largas que han rodeado a las principales las carencias y necesidades de la provincia.Los primeros en sentirse, más que impotentes, molestos e insociales…