El gobierno dice tener informaciones “específicas” sobre un ataque terrorista “inminente” de Al Qaeda en la Península Arábiga, no solo contra Estados Unidos, sino contra “todo occidente”. Entonces asume la posición menos específica posible: ordena cerrar las embajadas en 22 países y emite una alerta mundial de viajes durante un mes.Lo único realmente específico aquí es que el gobierno necesita un mes sin antagonismos ni cuestionamientos, porque está ocupado garantizando nuestra “seguridad”. Todo esto se produce en un momento muy “específico”.El gobierno está acorralado por una nación renuente a cambiarle su privacidad por una promesa de seguridad. Demócratas y republicanos del Congreso se oponen al programa de espionaje general permanente que denunció el excontratista de la Agencia Nacional de SEguridad (NSA), Edward Snowden.La nación casi completa repudia y cuestiona la legalidad del espionaje permanente generalizado. Solo el expresidente George W. Bush y su vicepresidente, Dick Ch…