La crisis financiera 2007-2009 ha puesto en evidencias múltiples debilidades y situaciones ocultas que escapaban a los supervisores bancarios, tal como la evasión a las normas de Basilea, la necesidad de un mayor rol de los bancos centrales, así como las malas prácticas bancarias que existían en los diferentes sistemas financieros, tornándose vulnerables y sensibles a cualquier shock externo o interno de la economía.Con la crisis financiera se ha demostrado que los bancos centrales no tan solo deben jugar un rol importante en el control de la inflación y aplicar políticas económicas en la dirección que exigen los ciclos económicos, sino que estas entidades emisoras de monedas son muy importantes para garantizar la estabilidad financiera y enfrentar las potencialidades de crisis que se incuban, desarrollan y se expanden en tiempos de globalización. Este rol de los bancos centrales en eventualidades de crisis se debe a que en el pasado se entendía que la política monetaria era inca…