El espectáculo de la cúpula del poder y de la partidocracia dominicana rememora asombrosamente las postrimerías de los adecos y copeyanos, en Venezuela, y de los batistianos en Cuba, cuyos rastros son una retrospectiva del comportamiento politiquero aquí del PLD y del PRD.La experiencia española también enseña mucho para ver las similitudes entre la degenerada partidocracia dominicana, con ese proceso en la “madre patria”, que hoy late como un “padre espejo” para los dominicanos. El colapso del Partido Popular (PP) y del PSOE en España, tiene manifestaciones igualitas que los emblemas politiqueros dominicanos, que botan pus por los poros.No habría mejor escuela para que los adolescentes venezolanos conozcan hasta dónde llegó el “reparto del poder” entre adecos y copeyanos, que traerlos a territorio dominicano a ver “in situ” las incidencias de las cúpulas del PLD-PRD.Para muestra, resplandecen las visitas al palacio nacional de las figuras notorias de los dos clanes del PRD, uno de …