LA AFRENTA.- El impedimento de entrada a territorio haitiano de pollos y huevos de producción nacional, va pareciéndose cada día más al reciente impasse con la Barrick Gold. No solo en que todas las razones corresponden al lado dominicano, sino que la población quiere y espera una respuesta contundente de parte del gobierno. Que el presidente Danilo Medina haga ver de nuevo que tiene los pantalones bien puestos. Cuando Pueblo Viejo, lo menos que se demandaba era la militarización de las instalaciones, y lo más era echar de mala manera a esa empresa del país. Es decir, medidas extremas, y nada de negociación, de prudencia y búsqueda de resultados. Ahora, lo mismo. Si las autoridades decidieran cerrar la frontera o repatriar de golpe cincuenta mil haitianos de los que viven ilegalmente, el aplauso sería casi unánime. Nadie sabía que el negocio de los pollos y los huevos tuviera tantos dolientes, pero la verdad sea dicha: la prohibición se considera una afrenta, y no una cualquiera, si…
