¡Hay la vida con sus inconsecuencias dolorosas! Lo expresamos, y no es la vida la que mueve los hechos del hombre; son las circunstancias vivenciales que se adueñan del proceder humano. La democracia representativa que disfrutamos, ha permitido dar cabida a diversas opiniones de visitantes extranjeros, guardando la esperanza de que esos criterios avanzados aporten ideas fructuosas a nuestra nación. Existen ocurrencias ingratas que deben ponderarse antes de formular declaraciones destructivas, que no pueden recogerse. Ha sido el caso de la secretaria de Estado norteamericana, señora Hilary Clinton, quien recientemente llegó a República Dominicana, y externó creencias desconsideradas para el país, llevándose de personas sin amor para nuestra tierra. Hay preocupación por los derechos humanos de los haitianos.¿Y los nuestros dónde quedan? ¿En un limbo desnaturalizando nuestra soberanía?Es difícil aceptar criterios dañinos para la nación. Desde Su Eminencia, el cardenal López Rodríguez, …