Se produce inversión de valores siempre que un valor inferior subordina un valor superior. El dinero, la riqueza, es un valor como lo es también la honradez. La honradez sin embargo es un valor superior al de la riqueza y, consecuentemente cuantas veces se anteponga la riqueza a la honradez, estaremos ante un pérfido caso de inversión de valores.Arnaiz, Francisco José. “San Ignacio y el mundo de los valores”. Listín Diario. Sábado 6 de agosto. Pág. 9.A los conceptos que deleitan el espíritu, la Real Academia de la Lengua Española llama Ambrosía. El cerebro los cata, activando las papilas neuronales. Para saborear esos “manjares o alimentos de los dioses” debe tener papilas en algún lugar a donde no ha llegado la Neurología.Hablo de un artículo publicado por Mons. Arnaiz en este diario. Por meses ha danzado en mis imaginarios.Contiene ideas escasísimas en la prensa nacional. Explicó la “pérdida de valores” tan deplorada por editoriales y articulistas. Leí y releí el artículo, celebrá…