Por una de esas raras cosas de la vida, muchos o casi todos los enemigos de los norteamericanos terminan mal. No importan que hayan sido aliados, si tuercen sus afectos les cae un rayo maligno. Quizás sea casualidad casual.Mi memoria se ha deslizado hasta los tiempos en que mis recuerdos rozan con el olvido. Tengo presente a Carlos Castillo Armas y Rafael Leonidas Trujillo Molina, sin dejar de lado a revolucionarios en armas como el Che Guevara o Francisco Alberto Caamaño Deñó. A políticos democráticos en ejercicio civil como Juan Bosch o Jaime Roldós Aguilera; a militares que se asomaron al poder tales como Omar Torrijos o Add Musayn Abdal-Ma dal-Tikr t usualmente transcrito en los medios de comunicación como Saddam Hussein o a Hugo Rafael Chávez Frias se podría añadir aliados civiles de los americanos como el nombrado Us ma bin Muhammad bin ‘Awad bin Ladin, conocido como Osama bin Laden o Usama bin Ladin.La lista es larga de gente con mucha mala suerte. Creo que cosas parec…