Mientras el mundo continúa con la horrenda degeneración, en el país la ausencia de valores crea criminalidad que se extiende a nivel nacional colmando nuestra tierra. Las edades de asaltantes fluctúan de 25 años hacia abajo; indicador de que parte de nuestra juventud se pierde entre delincuentes y balas. ¡Qué tristeza, en el presente se rompen las filas de la decencia y grandes ilusiones futuras se evaporan como humo nublando esperanzas, que se alejan desolando el corazón! Ya quisiéramos regresar tiempos de paz, cuando los abuelos dejaban sus puertas abiertas y se sentaban en sus terrazas para refrescarse sin problemas. En el presente todo ha cambiado, creímos que ocurre sólo materialmente; sin embargo, la ausencia de valores morales hace la diferencia; mientras la degeneración crece, se apodera de una juventud desorientada que ignora qué hacer con su vida, cayendo en la ignominia. El dinero fácil es lo que interesa, ¿por qué? falta de educación generalizada; muchos solamente cursa…