(Profeta del siglo VIII antes de Cristo; pasó tres días en el vientre de un gran pez)Es un error lamentable en la vida de un ser humano el rechazar o rebelarse contra el llamado de Dios. Jonás fue el único profeta bíblico que rehusó obedecer la voluntad divina. En los días del próspero reinado de Jeroboam II, el Señor lo envió a prevenir a Nínive, la capital de Asiria, de la destrucción que sufriría la ciudad si sus habitantes no se arrepentían. “Levántate y ve a Nínive ñle dijo Jehová-, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí” (Jonás 1:2). En vez de acatar la petición de Dios, Jonás se embarcó para Tarsis. No quiso cumplir la misión. Había crecido odiando a los asirios y temiendo su crueldad. Su odio era tan fuerte que prefirió huir de Dios antes que obedecerle.En alta mar, surgió una poderosa tormenta y Jonás pidió a los hombres que lo tiraran por la borda, pues él era la causa de la tempestad. Dios preparó un enorme pez que se tragó al…