EN BANCARROTA.- La encuesta Gallup les bajó los humos a los seguidores de Leonel Fernández que no querían que en el PLD se hablara de la candidatura presidencial del 2016. Ese era un viaje de tren comprado con mucha anticipación, con todos los vagones y asientos incluidos. No había ni cabía nadie más. El estudio de opinión no solo colocó al ex presidente en tercer lugar, incluso lejos del primero y del segundo, sino que permitió sacar cabeza, asomarse siquiera, a aspirantes que se movían en la sombra. La verdad dicha fue confirmada: La pava ya no ponía, ni podría hacerlo en el antiguo nido. Era correcto que se planteara la alternabilidad como mecanismo de democracia interna, pero sobre todo de renovación. Escribí que la candidatura del 2016 no tenía dueño, y fue más o menos lo que después explicó Felucho Jiménez, de quien dije ñentonces– que era un boca de chivo, como llaman en los campos a quienes adelantan los acontecimientos. Sus pronósticos siempre se concilian con la real…