En un estrecho pasaje del barrio Morne Lazard, en las laderas de Petion Ville, una fila de obreros hace lo que los haitianos han estado haciendo hasta ahora desde el día que siguió al terremoto del año pasado: remueven como una herida difícil de cicatrizar, los escombros que aún quedan en la ciudad devastada aquel 12 de enero.La diferencia con los primeros días es que esta vez la gente parece estar mejor organizada; muchos ya viven en albergues temporales hasta que puedan reparar sus casas (o reconstruirlas) y cada vez más personas se marchan de los campamentos donde todavía residen, sin embargo, algo más de medio millón de damnificados.Incluso el manejo de los escombros ha mejorado y 1,630 metros cúbicos son retirados cada día sólo en Morne Lazard, donde habitan unas 150,000 personas. Los desechos son reciclados en trituradoras que convierten gigantescos trozos de cemento en gravilla para carreteras y bloques que serán usados en la edificación de nuevas viviendas.Literalmente, Puer…