El guante de seda se usa en las jugadas que afectan el erario, es decir, atrapadas espectaculares que pueden llegar a provocar un déficit fiscal de hasta 160 MM de pesos. Su seda es suave e imperceptible, es impermeable a la justicia por su gran contenido de impunidad y este guante es el protagonista de la política, pero no de la ‘pelótica’. En cambio, el guante de piel es el instrumento protagónico en la pelótica para defenderse de los contrarios y evitar que los batazos produzcan un superávit de carreras que den al traste con una segura derrota. En el caso de los jugadores que usan el guante de seda, son muy populares en una sociedad en franco deterioro moral, porque representan al equipo “todos estrellas” desde el inicio de nuestra cacareada democracia. Usan diferentes uniformes, dependiendo la posición de los equipos, y lo más sobresaliente es que pasan en contubernio de ser sotaneros a ser líderes del “standing”. Juegan diferentes bases y tienen la habilidad de poder jugarlas…