Todos tenemos la oportunidad de aportar a nuestro entorno un aire fresco de espiritualidad, de alegría, de gozo desbordante. Con un talante positivo y buenas dosis de buen humor nos hacemos capaces de hacer un mundo más habitable y seguro.Repitamos a menudo y con reiteración palabras tan hermosas como bondad, esperanza, servicio, ternura, misericordia. Son creíbles, auténticas, válidas para seguir caminando con buen pie.Cuando hablamos de bondad, de ternura facilitamos que afloren en los labios de nuestros hermanos raudales de sonrisas agradables. Con valores significativos, emanados del Evangelio, nos hacemos capaces de abrir puertas a la amistad, a la fraternidad.Señor, ¿a quién iremos? (Jn. 6, 68) En momentos de incertidumbre, de dolor, de oscuridad nos preguntamos: ¿A dónde podemos acudir? Sólo Jesús es la respuesta. Es Luz, es Paz, es Amistad, es CompañíaÖ En Él podemos encontrar consuelo, alivio, amor. No tengamos miedo porque vivamos con Él.Si Dios está con nosotros, no tiene…