November 3, 2024
¿Existe el “arte dominicano”?
Ante tal pregunta se imponen el razonamiento y abordaje metódicos.Si lo que se dice que es el “Arte dominicano” existe, debe tener sus correlatos en la realidad. Verificarse en unas existencias y espacios a través de los que podría estar discurriendo, agotándose o gestándose. Quizás agónico o feliz; quizás naciendo o muriendo.Parece que se nos quiere quitar el derecho a hablar de “arte dominicano” y “artista dominicano” como realidades ampulosas. La recién inaugurada XXVII Bienal Nacional de Artes Visuales reinstala tal propósito en la sartén y al “arte dominicano” sobre las brasas.Pero ella, sin embargo, apenas es una fenomenología, se puede decir que casi inexistente. Respira cada dos años para aportar un poco más de frustración o de esperanza. Establece altares en un mundo que perdió todo respeto a los dioses. O derrumba otros, por la misma causa. Es, en fin, una de las tantas y posibles coyunturales cuasi inexistencias. Y ó¿por qué no decirlo?ó una eventualidad, si eventuales pu...

Ante tal pregunta se imponen el razonamiento y abordaje metódicos.Si lo que se dice que es el “Arte dominicano” existe, debe tener sus correlatos en la realidad. Verificarse en unas existencias y espacios a través de los que podría estar discurriendo, agotándose o gestándose. Quizás agónico o feliz; quizás naciendo o muriendo.Parece que se nos quiere quitar el derecho a hablar de “arte dominicano” y “artista dominicano” como realidades ampulosas. La recién inaugurada XXVII Bienal Nacional de Artes Visuales reinstala tal propósito en la sartén y al “arte dominicano” sobre las brasas.Pero ella, sin embargo, apenas es una fenomenología, se puede decir que casi inexistente. Respira cada dos años para aportar un poco más de frustración o de esperanza. Establece altares en un mundo que perdió todo respeto a los dioses. O derrumba otros, por la misma causa. Es, en fin, una de las tantas y posibles coyunturales cuasi inexistencias. Y ó¿por qué no decirlo?ó una eventualidad, si eventuales pu…