Uno de los escollos que tiene la unidad de los perredeístas es la existencia de las tendencias. Ese mal es viejo y difícil de erradicar. Hace décadas definí los tres partidos como empresas y el PRD es una por acciones. Todos y cada uno de sus miembros, (que no son militantes sino dirigentes), son propietarios.Otros matices se dan en las dos tiendas políticas de mayor clientela. El reformista era compañía de un solo dueño. Éste murió sin dejar testamento y sus herederos se pelean y se agrupan según vaya el mercado político. El PLD es como si fuera una sociedad en comandita donde los accionistas son los miembros del Comité Político.Debido a la gran amplitud de socios del PRD ellos se agrupan entre los gerentes de mayor pegada, porque todos quieren tener empleo y derivar beneficios rápidos de su inversión en la actividad de la compañía. Para los fines conforman partidos dentro del partido, como si las siglas fueran una confederación. Periódicamente esas simpatías mudan de casa y los qu…