Una mañana escuché, queriendo, la conversación entre tres jardineros. Uno de ellos prefería tener un BMW, el otro decía que su primer paso hacia su carrito era comprar una moto y el otro tajante afirmaba que en este año se monta. Al margen del aspecto económico, esta cumbre de aspiraciones me llevó hacia uno de los grandes problemas que tienen difícil solución y es el tema del transporte. El automóvil se apoderó de la vida metropolitana. Comodidad, status, movilidad, cual que sea la motivación, la verdad es que la vida urbana pertenece al vehículo.Y esta realidad tiende a crecer en el tiempo. Si ya es difícil, cierre los ojos mirando hacia adentro la circulación citadina en los próximos cinco años. Espesa, ¿verdad? Tapones a todas horas, protestas, mayor nivel de agresividad, inversión de más tiempo para llegar al trabajo o la casa. Esto es, un descenso en la calidad de la vida. El ciudadano de a pie anda a la defensiva.Está comprobado que paliativos como limitar a pares o nones l…