Nuevamente padecemos crisis de energía eléctrica. Hubo reciente mejoría cuando el Gobierno, sacrificando parte de los Bonos Soberanos, pagó más de US$300 millones a las generadoras. Es un círculo vicioso que no tiene fin, por más que se anuncien nuevas plantas. No se cristalizan, porque este es un país que nace políticamente cada cuatro años y lo que inició el anterior, es cambiado por el que llega. Se capitaliza y se descapitaliza. Se estatiza, se vuelve al sector privado y se vuelve a estatizar. Por ejemplo, cuando ya había seis empresas precalificadas, el actual administrador suspendió la licitación para elegir empresas privadas que invirtieran en la construcción de plantas a carbón, o gas natural. Ahora se cambia el chucho para que la Refinería instale una planta y el Estado otra, ambas en Manzanillo, o sea, nuevo viraje hacia el sector público. No afirmo que la suspensión de la licitación esté bien o mal, solo digo que no hay coherencia ni consistencia en los proyectos y por e…