El primer corte de mediados de año del comportamiento internacional del mercado artístico mundial señalan un equilibrio del sector, una estabilidad a pesar de lo que podría parecer negativo: la baja tasa de venta del arte moderno e impresionista.Esta baja tasa, contrario a su incidencia en los datos finales de las subastas internacionales, significa, para aquilatar las pertenencias, la disposición tozuda de los propietarios de obras de estos segmentos a mantener su propiedad a toda costa. Y la apertura que implica para el primer y segundos mercado de arte contemporáneo, como ya se está viendo al respecto del arte de la post guerra.No sólo se trata del estímulo que a esa decisión aporta el valor y significación de las obras de esos períodos para la redefinición del entramado cultural posterior a 1868. Agreguemos, como insistimos desde siempre, lo que aporta a las posibilidades de los artistas vivos. Se debe enfatizar la perspectiva favorable hacia la capitalización de los bienes artí…