La cotidianidad dominicana está marcada por signos provocadores de expresiones derrotistas como: “Este país se hunde y no lo salva ni el médico chino”.“Aquí se roba todo” tituló un medio al resumir los más recientes actos en ese capítulo de los atracos callejeros, la penetración a hogares y oficinas a plena luz del día y la noche, o mediante inéditas modalidades. Observe las numerosas actividades, reseñadas o no en los medios, que entrañan irregularidades ilícitas de personas y grupos, casi siempre a costa del patrimonio público. Profundice en la degradación que registran las instituciones estatales utilizadas como plataformas para el latrocinio.Haga un recorrido por múltiples áreas públicas, centros comerciales, arterias urbanas, destinos recreativos, etc., etc.En persona comprobará un abanico de expresiones “flagrantes” del “cuerpo del delito”.Escarbe en los negocios corporativos, nichos residenciales, impudicias sobre ruedas, centros financieros y un largo rosario de otras manif…