Aunque en las últimas décadas se han producido significativos avances en la construcción democrática, el Estado de Derecho dominicano sigue teniendo como su principal amenaza el germen del caos, el desorden y la anarquía. A pesar de que el liderazgo político de la Nación, con su comportamiento de cada día, expresa madurez y mayor compromiso con el sistema democrático; de vez en cuando, se producen acontecimientos que son expresión pura del salvajismo, como es el caso de los disturbios escenificados en el campus de la UASD, en que el pasado martes 23 de abril perdió la vida el coronel de la Policía Nacional, Julián Suárez Cordero, y que no encajan en el estilo de vida armónica y civilizada en que se desenvuelve, cohabita y desea vivir para siempre nuestro pueblo. En la sociedad dominicana, luego de la muerte del tirano Rafael L. Trujillo, se ha producido un significativo avance en la construcción de la democracia, pero cuando se producen atentados en contra del Estado de Derecho, com…