Un hecho descorazonador, que hiere y duele, es la situación de pobreza en que está sumida una buena parte de nuestra población. Hiere además porque es una situación arrastrada desde largo tiempo.Sobre una situación así el flagelo de la inflación golpea sobre ella de una manera despiadada. La inflación está destruyendo hasta la ilusión y la esperanza de mejorar. No obstante haber ido obteniendo salarios más altos, la capacidad adquisitiva ñque es lo que interesa- ha ido retrocediendo y el horizonte, en vez de presentarse halagüeño, se está tornando cada vez más oscuro y amenazador.Si el dolor y sufrimiento que esto implica en hermanos nuestros y si el deterioro de su dignidad que esto lleva consigo no nos hiere es que somos unos monstruosLuchar, pues, denodadamente por el aminoramiento y aún supresión de la pobreza debe ser objetivo codiciado e insoslayable de todos, pero sobre todo de la clase empresarial, con medios y capacidad de emprender, de buscar nuevos horizontes y nuevos ca…