Cuando llegué al Teatro Nacional, atendiendo la invitación del Gobernador del Banco Central para el concierto aniversario anual de la institución, no tenía idea del contenido del espectáculo. Cuando vi el programa, salté de la emoción porque Chris Botti es el trompetista favorito del jazzómano de hoy.Si don Héctor quiso hacer la fecha memorable, lo logró, porque lo que allí se presentó fue filigrana musical, digna de los más exigentes oídos del mundo. Fue emocionante la demostración de dominio de la escala que tiene la veterana vocalista Lisa Fischer, que en un momento retó, con su garganta, las posibilidades de la trompeta misma. Lisa, que impactó al mundo cuando ganó el Grammy con “How Can I Ease the Pain”, es conocida por sus notas altas que llegan al extremo de “silbido”, lugar exclusivo de nombres como el de Rachelle Ferrell, poco conocida aquí. ¿Saben quién estaba allí? ¡Nada menos que Billy Childs, el compositor-pianista que creó un espacio en la fusión de lo clásico con el j…