Tal vez Duarte, cuando estuvo en el año 1844, el 6 de junio, no realizó muchas obras. Sin embargo, en Santiago queremos recordar su memoria, queremos recordar su presencia. ¿Por qué? Porque los hechos siguen a las personas.Después de todas estas décadas, Duarte es recordado porque sus obras nos acompañan, y nos sentimos contentos y orgullosos de que haya estado en Santiago el 6 de junio de 1844, nos da alegría, y en el Bicentenario de su Nacimiento, encontramos un motivo para ello, y eso basta, decir: nos alegramos con que Santiago haya estado el 6 de junio de 1844, hacemos fi esta y aplaudimos, porque más allá de lo que él pudiera hacer ese día en Santiago -repitámoslo- todas sus obras lo siguen, y en Santiago celebramos su vida y sus obras.Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
