En la comunidad de La Joya, en Jarabacoa, decenas de familias enfrentan una dolorosa realidad tras ser desalojadas de los solares que habían ocupado por años. El desalojo, ejecutado recientemente y sin previo aviso, dejó a muchas personas vulnerables en una situación desesperada, sin alternativas habitacionales ni explicaciones claras por parte de las autoridades.
Las familias afectadas denuncian que la acción fue arbitraria y carente de sensibilidad humana. Entre los desalojados se encuentran niños, ancianos y mujeres embarazadas, quienes ahora enfrentan un panorama de incertidumbre. Josefina Rosario, madre soltera de tres hijos, describió el impacto del operativo: “Nos sacaron sin previo aviso, no tuvimos tiempo de recoger nuestras pertenencias. Perdimos todo lo que teníamos y no nos han ofrecido ninguna solución”. Su testimonio refleja el sentimiento generalizado de los desalojados, quienes aseguran haber ocupado las tierras de forma pacífica durante más de una década.
La mayoría afirma no haber recibido notificaciones legales ni oportunidades para regularizar su situación. En algunos casos, las familias habían invertido sus recursos limitados para mejorar las condiciones de los solares, construyendo viviendas modestas que ahora quedaron destruidas. Los afectados describieron el operativo como traumático, señalando que la falta de comunicación y de una alternativa digna.
Ante esta situación, los desalojados hacen un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que actúen con celeridad y justicia. Exigen el respeto a su derecho constitucional a una vivienda digna y solicitan que se investigue la legalidad del desalojo. Asimismo, han solicitado la intervención del Consejo de Regidores Municipales para evaluar las circunstancias del caso y buscar soluciones concretas que permitan a las familias recuperar su estabilidad.
La comunidad de Jarabacoa no ha permanecido indiferente. Vecinos y organizaciones locales han mostrado su apoyo a las familias afectadas, brindándoles alimentos y refugio temporal, mientras amplifican sus demandas de justicia. Este respaldo solidario ha intensificado la presión sobre las autoridades para que ofrezcan una respuesta integral y transparente.
El desalojo en La Joya pone de manifiesto la necesidad de un diálogo más inclusivo entre las autoridades y las comunidades vulnerables, así como la urgencia de políticas habitacionales que prioricen el bienestar de las personas. Mientras tanto, los desalojados siguen esperando respuestas y acciones concretas que les devuelvan la esperanza y la dignidad que sienten haber perdido.