La permanencia de Cuba por un año más en la lista de países que promocionan el terrorismo del Departamento de Estado de EEUU es una decisión sin justificación convincente. Las razones que soportan su inclusión -la presencia de miembros de ETA y de las FARC- son descartadas por el mismo informe que señala la falta de evidencias de que el gobierno cubano les provea armas y entrenamiento a estos grupos. Además, su inclusión le resta credibilidad al proceso de paz –apoyado por EEUU- entre las FARC y Colombia, celebrado en La Habana. El argumento de sectores conservadores de que los cambios en la política del gobierno cubano son tímidos para conferirle esa concesión erra en desvirtuar el verdadero significado de la lista. No se trata de un elemento de negociación .Las acusaciones de que Cuba se relaciona con estados considerados terroristas como Corea del Norte e Irán, y que no coopere con organizaciones que combaten el flagelo, no lo hace terrorista; y que allí resida la fugitiva estado…
