Pocas veces se ha visto en la historia dominicana un Presidente actuar con tanto cretinismo político como Salvador Jorge Blanco en las elecciones de 1986… ¡La torpeza lo llevó a la cárcel! A los traspiés de Salvador habría que agregar el infame manejo del presidente de la Junta Central Electoral, Caonabo Fernández Naranjo, un hombre serio y bueno pero sin el talante para encarar una crisis tan severa como aquella del ‘86. Cuando la situación apretó, se marchó para su casa y dejó la Junta en bandolera.La combinación de esos dos factores –cretinismo y cobardía– produjeron una mezcla explosiva que estuvo a punto de hacer colapsar la democracia, algo que sólo evitó el desprendimiento del candidato afectado, Jacobo Majluta, y la determinación del cardenal López Rodríguez al frente de una “comisión de notables”.Fueron unas elecciones muy reñidas esas, marcadas por una diferencia de menos de 30 mil votos a favor de Balaguer, con 86 mil votos anulados por el doble rayado que favorecían a …