Parodiando la salida de “escribí prólogo, mas no leí obra”, de Arturo Logroño, frente a Trujillo, el ingeniero Miguel Vargas se habría querido excusar frente a Hipólito y los que siguen la división que afecta al PRD, con un “hice propuesta, pero no envié ni firmé carta”. Y en efecto, el primero le mandó a proponer al segundo todo lo que éste señala en su respuesta de rechazo, sólo que fue de manera verbal a través del emisario Eduardo Jorge Prats. Lo que pasó fue que Orlando Jorge Mera, el enviado de Mejía, recogió en un documento los puntos llevados por su pariente en nombre de Vargas. Es por lo que el presidente del PRD llegó a decir que “no existe tal carta”, cuando Mejía habló de que la publicaría, y que finalmente no hizo. De todos modos, los manejos y las formas reflejan poca transparencia y mucha desconfianza de por medio. Esto es, si no se pone de manifiesto que hay algo que ocultar, por lo pronto no se disimula que se está conversando, pero “con un ojo cerrado y el otro a…