En un país en donde abundan los odios gratuitos, las púas vengativas; donde se alientan los conflictos entre compañeros de partidos políticos buscando complicar en su propio beneficio el problema, es un territorio en donde es comprensible que ese riesgo que consume los hombres públicos; y el político, que si, como tantas veces acaba afectando intereses de grupos o de particulares que irritan sus comportamientos, “blindarse” en el poder no debe ser considerado un acto típico de fuerza, e, incluso, de miedo. El “blindaje” puede ser por vía del Congreso, Justicia, ir a la pancista y acomodaticia “Sociedad Civil”, o el partido político mismo. Desde el alba de la República su primer presidente, el general Pedro Santana Familia, sabía de las difíciles decisiones a que se expondría en la alta responsabilidad que asumía de forjar la nueva nación, quiso y lo logró, gobernar con un texto constitucional a la medida, introduciendo el ya archiconocido Art. 210 (1844) “Durante la guerra actual, y…