En un operativo reciente y sorpresivo, el Ministerio Público, en colaboración con la Policía Nacional, llevó a cabo el allanamiento de la discoteca Baby Lous, ubicada en el centro de Jarabacoa, bajo acusaciones de contaminación sónica. Este establecimiento, conocido por su vibrante vida nocturna, fue intervenido debido a denuncias de vecinos que se quejaban del volumen excesivo de la música, la cual afectaba la tranquilidad de la comunidad.
Durante la operación, las autoridades procedieron a incautar los equipos de música de la discoteca, desmantelando así el sistema de sonido que había sido motivo de numerosas quejas. Además, se expropiaron varias hookahs encontradas en el lugar, en cumplimiento con las regulaciones vigentes que restringen su uso en espacios públicos cerrados.
El allanamiento se realizó tras recibir múltiples denuncias de residentes cercanos, quienes afirmaron que el alto volumen de la música en la discoteca perturbaba la tranquilidad de la comunidad. En respuesta, el Ministerio Público, acompañado por la Policía Nacional, ejecutó el operativo en el que se desmanteló parte del sistema de sonido del local nocturno.
Las fuentes del Ministerio Público indicaron que la medida se tomó con el fin de hacer cumplir las normativas de ruido y garantizar el bienestar de los ciudadanos. “Esta intervención busca proteger la calidad de vida de los residentes de la zona, quienes tienen derecho a vivir en un entorno tranquilo y libre de excesos sonoros”, declaró un portavoz de la institución.
La incautación de las hookahs responde a las regulaciones que prohíben su uso en espacios cerrados, una medida destinada a controlar el consumo de tabaco y sus derivados en lugares públicos. “Estamos comprometidos con el cumplimiento de todas las normativas que protegen la salud pública y el orden social”, añadió el portavoz.
Mientras continúa la investigación, la discoteca Baby Lous permanecerá cerrada hasta que se resuelva la situación legal de los equipos incautados y se verifique el cumplimiento de todas las normativas pertinentes. Las autoridades locales han enfatizado su compromiso con la aplicación de las leyes y la protección de los derechos de los ciudadanos, asegurando que este tipo de operativos continuarán de ser necesarios.
La comunidad de Jarabacoa ha manifestado su apoyo a las acciones del Ministerio Público, esperando que este tipo de intervenciones contribuyan a mantener la paz y el orden en la localidad. Por su parte, los propietarios de Baby Lous no han emitido declaraciones hasta el momento, aunque se espera que se pronuncien en los próximos días a medida que avance el proceso legal.