Serlo, no es una categorización que se circunscribe única y exclusivamente al factor edad; ni a una destreza innata en el manejo de las nuevas tecnologías, y en los instrumentos que integran la comunicación 2.0; ni a la utilización de un lenguaje moderno que sintonice con la nuevas progenies. Pero tampoco a lucir físicamente atractivo; ni al dominio de múltiples idiomas; ni a poder exhibir diversos diplomas colgados de una pared que grita con altivez “He aquí mi preparación”. No. El sello distintivo del político de nueva generación es unifactorial: el entendimiento pleno de la nueva dinámica del poder, y su actuación en consecuencia.Gobernar hoy, es más difícil que nunca. La fragilidad del poder se palpa a lo largo y ancho del planeta, y se escenifica tanto en democracias consolidadas y enraizadas, como en las incipientes y en fase experimental. Vivimos en una etapa sui generis para el modelo de gobierno por excelencia. Estamos, simultáneamente, atestigüando una evolución y una invo…