Las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán están en un punto crítico luego de que un comando especial de la Marina de Guerra americana condujera un operativo secreto en la ciudad de Abbottabad, Pakistán, obteniendo como resultado la muerte del terrorista más buscado del mundo: Osama Bin Laden.Este hecho, por la aflicción que constituye, generó un tropel de especulaciones donde muchos vaticinaron que las sanciones y reprimendas a Pakistán no se harían esperar. Y esto probablemente fuese cierto si el país en cuestión fuese cualquier otro, pero como Pakistán es quien ocupa el metafórico banquillo de los acusados, Estados Unidos se ve obligado a actuar de manera más permisiva y templada. No porque su consabido temperamento combativo se haya apaciguado, sino porque cuando se trata de Pakistán, Estados Unidos está contra la espada y la pared.Estados Unidos necesita a Pakistán; Pakistán se beneficia de su relación con Estados Unidos, pero en este contexto, no lo necesita. En primer lu…
