Las expectativas y apuestas de los estrategas del proyecto presidencial de Danilo de situar las simpatías y posibilidades de éste por encima de las de Hipólito antes del mes de enero se han estado cumpliendo al pie de la letra, incluso por adelantado. Al día de hoy, donde todo apunta a que hay un virtual empate técnico, no se puede afirmar con la categoría de hace solo unas semanas que el billete premiado está de un determinado lado. Si es cierto que a Mejía le beneficiaron su arranque temprano (6 de marzo) como candidato, las dificultades y desgastes propios de un largo ejercicio de gobierno, así como las incógnitas que el PLD y el país vivieron con respecto a la decisión final del presidente Leonel Fernández en materia electoral, no menos cierto es que a Medina (escogido el 26 de junio, pero medido desde cuando todavía sólo era aspirante) se le ha ido despejando por completo el panorama tras el apoyo político resuelto, y algunas acciones concretas de gobierno, del jefe del Estado;…
