Creo que en todos los ordenes y aspectos de la vida diaria se nos presenta esta oportunidad y muchas veces por no decir que la mayoría de las veces…la desperdiciamos. Para ser comprensivos y tolerantes, tenemos que calzarnos los zapatos del otro.Ejemplos hay de sobra: el hombre regresa a su casa o sea, llega el timacle, el pato macho, el proveedor y se encuentra que algo no es de su gusto y estalla comiéndose a su mujer; pero esa mujer se ha pasado el día desde muy temprano, recogiendo agua en cubetas porque llegó en la madrugada y hay que aprovecharla, ya que puede ser que no vuelva en todo el día. Esa mujer preparó a los muchachos para la escuela, los vistió, les dio desayuno si pudo, y puede ser que hasta los tuvo que acompañar a la misma. Regresó y atendió a su marido, quien se fue a su trabajo.Esa mujer lavó, plancho, fregó y preparo el almuerzo para el medio día; fue a recoger a los muchachos a la escuela la mayoría de las veces a pie, volvió a fregar y reparó algunas cosas y …