En búsqueda de Lolo en Jarabacoa
En las montañas de Jarabacoa, el misterio rodea la desaparición de José Dolores Rodríguez, conocido cariñosamente como “el Viejo Lolo”. Este campesino, oriundo de Manabao, se desvaneció sin dejar rastro el pasado 22 de diciembre, justo en la víspera de la Navidad. Ni vivo ni muerto, ni en las aguas ni en la tierra, Lolo sigue ausente, y su caso tiene en zozobra no solo a su comunidad, sino también a toda la región.
Una vida entre montañas y relatos
Lolo, el alma de su pequeño pueblo, vivió una vida sencilla en su casa azul rodeada de montañas y arroyos. Era un hombre conocido por sus historias llenas de misticismo, muchas de las cuales incluían encuentros con los antiguos taínos, según relató en entrevistas anteriores. Su sabiduría y su carácter lo convertían en un personaje querido por todos.
Su desaparición, sin embargo, ha desatado una mezcla de incertidumbre y temor en la comunidad. Vecinos y familiares cuentan que alguien lo vio alejarse de su hogar, pero fue devuelto más tarde. Esa misma noche, le prepararon comida y lo dejaron descansar. Al día siguiente, Lolo ya no estaba.
Una búsqueda sin descanso
La búsqueda de Lolo ha movilizado recursos extraordinarios. Un helicóptero de la Fuerza Aérea, unidades caninas, efectivos del Ejército, voluntarios y miembros de la Defensa Civil han explorado cada rincón de las montañas, ríos y cañadas de Manabao. Sin embargo, pese a los esfuerzos, no se ha encontrado rastro alguno de su paradero.
En su humilde hogar quedaron su abrigo, sus botas y su fiel perrita llamada “Riqueza”. La escena es inquietante es una puerta abierta, un hogar vacío y una comunidad que no encuentra respuestas.
Hallazgos inquietantes
Cerca de su casa, los rescatistas encontraron un colchón en una cañada y restos de una fogata donde, al parecer, se quemaron algunas pertenencias de Lolo. Estos indicios han alimentado especulaciones, aunque las autoridades aún no han confirmado si están relacionados con su desaparición.
Una comunidad en alerta
El caso de Lolo ha despertado preocupación no solo por el vacío que deja en su comunidad, sino también por los rumores de otros ancianos desaparecidos en la zona. Aunque la Policía ha desmentido estas versiones, el temor persiste entre los vecinos, quienes claman por respuestas y por el regreso de su querido Viejo Lolo.
En redes sociales, el caso ha generado cientos de comentarios, transmisiones en vivo y hasta una canción en su honor. A ritmo de ranchera, los versos destacan la valentía y bondad de Lolo, recordando a todos la figura de un hombre que vivió en paz con su entorno y con Dios.
Un hombre, una leyenda
Con cada día que pasa, la ausencia de Lolo se siente más en las montañas de Jarabacoa. Su casa, con una mecedora vacía y un fogón apagado, parece esperar su regreso. Mientras tanto, su historia se convierte en una leyenda, un recordatorio de que el tiempo y el destino son tan implacables como las montañas que lo vieron crecer.
La comunidad no pierde la esperanza. En cada rincón de Manabao, Jarabacoa, resuena un solo deseo y es que el Viejo Lolo regrese a casa.
