A propósito de la festividad de la Virgen de Covadonga,escribí sobre la Santina y sobre Covadonga. Hoy quiero escribir sobre los asturianos. Nacido y crecido en el país vasco, en Bilbao, a la edad de once años me trasladé a Asturias, a la ciudad de Gijón. El impacto que en mí produjeron los asturianos fue enorme. Me fascinó salir de un carácter cerrado y fuerte como el vasco a un carácter abierto y gozoso como el asturiano. En 1961, a mis 36 años, al llegar a la República Dominicana, admiré y me sorprendí la contribución que había hecho y seguía haciendo al progreso dominicano la inmigración asturiana proveniente preferentemente de dos polos, Cabranes y Pola de Allande.Creció mi admiración por los asturianos.El asturiano es un ser muy peculiar que deja su huella por donde pasa.Cálido y expansivo en sus gozos, tanto mayor es su regocijo cuantos más participen en él. Sintomáticamente las mesas de sus Sidrerías no son de cuatro o seis sino interminablemente alargadas para que el comp…