September 21, 2024
El humor y los tiranos
No hay nada que los tiranos teman más que al humor. Suele olvidarse que la primera publicación que resultó clausurada en Cuba fue Zig-Zag. Se trataba de un gracioso semanario, ilustrado con excelentes caricaturas, que en 1959, entre risas y bromas, a los pocos meses de inaugurado el manicomio, hacía las críticas más severas a la dictadura que comenzaba a arraigar.Leopoldo Fernández, Tres Patines, debió exiliarse al poco tiempo, porque en una obra de teatro bufo aparecía en escena junto a diversos cuadros de personajes importantes, y entre ellos estaba uno con la foto de Fidel Castro. Leopoldo lo tomó entre las manos y, riendo, exclamó: “déjenmelo, que éste lo cuelgo yo”. Tuvo que escapar a galope.En la España de Franco no se podía caricaturizar al Caudillo, ni hacer la broma más inocente en torno al personaje. La Codorniz, que era un semanario humorístico de derecha, pero inteligente, pícaro y punzante, como corresponde al género, fue multado por publicar un parte del tiempo que dec...

No hay nada que los tiranos teman más que al humor. Suele olvidarse que la primera publicación que resultó clausurada en Cuba fue Zig-Zag. Se trataba de un gracioso semanario, ilustrado con excelentes caricaturas, que en 1959, entre risas y bromas, a los pocos meses de inaugurado el manicomio, hacía las críticas más severas a la dictadura que comenzaba a arraigar.Leopoldo Fernández, Tres Patines, debió exiliarse al poco tiempo, porque en una obra de teatro bufo aparecía en escena junto a diversos cuadros de personajes importantes, y entre ellos estaba uno con la foto de Fidel Castro. Leopoldo lo tomó entre las manos y, riendo, exclamó: “déjenmelo, que éste lo cuelgo yo”. Tuvo que escapar a galope.En la España de Franco no se podía caricaturizar al Caudillo, ni hacer la broma más inocente en torno al personaje. La Codorniz, que era un semanario humorístico de derecha, pero inteligente, pícaro y punzante, como corresponde al género, fue multado por publicar un parte del tiempo que dec…