El Senado de la República acaba de elegir como Defensora del Pueblo a la doctora Zoila Martínez de Medina, y dicha noticia al recibirla me llenó de satisfacción, pues si bien en ocasiones anteriores hubo la gran oportunidad de elegir al eminente jurisconsulto doctor Luis Schéker Ortiz, persona a prueba de todos los embates de la vida, por su capacidad, honestidad y hombre de bien, el Senado perdió con ello una gran designación. De igual manera me refiero al caso del Dr. Martínez Portorreal, quien además de reunir los atributos ya enunciados, ha escrito un libro sobre el Defensor del Pueblo, en donde explica todos los deberes y obligaciones de la persona en cuestión.También me cupo el honor, cuando era embajador de la República en El Salvador, de conocer y compartir amistad con don Fernando Álvarez de Miranda y Torres, quien en aquellos momentos estaba investido como embajador de España, y cuya actuación fue muy destacada, pues dio albergue a los comandantes del Frente Farabundo Ma…
