Una de las áreas del periodismo en los que más controvertida resulta la ética es en los reportajes de investigación, pues si bien es cierto que este género, dado el alto costo que supone y las necesidades y riesgos técnicos, jurídicos e incluso físicos que pueden entrañar, no es menos cierto que posee un valor noticioso y de relevancia periodística mucho mayor para la audiencia. Desde escándalos como el de Wikileaks se han puesto en entredicho la ortodoxia del empleo de dispositivos de escucha o grabación, que vulneran derechos constitucionales inherentes al ser humano, independientemente del fin con el que sean utilizados. ¿Es pues justificable cualquier tipo de método con la finalidad de pincharle el teléfono a un político o para denunciar a un funcionario corrupto? Respecto a esta pregunta es incluso la ciudadanía la que se manifiesta contraria a esta práctica indiscreta. La democracia necesita del periodismo investigador, pues mediante el mismo se realiza una larga y exhaustiv…